Avanzan la neurotecnología y las discusiones sobre privacidad mental
Carmen Galluzzi, psicóloga de São Paulo, acababa de cumplir 48 años cuando empezó a sentirse más cansada de lo habitual. Atribuyendo el malestar al estrés de trabajar, estudiar y cuidar de la casa, siguió intentando ajustar su rutina. Hasta que empezó a perder fuerza muscular y notó que sus movimientos eran cada vez más lentos y limitados. Sólo entonces se convenció de que pasaba algo más grave.Durante los tres años siguientes, Carmem visitó a varios especialistas y se sometió a numerosas pruebas. Hasta que un neurólogo le dio el diagnóstico definitivo: "Carmen, tienes Parkinson", le dijo el médico. "Fue chocante, pero a partir de entonces pude decidir qué medidas tomar. El médico me explicó que la enfermedad era progresiva e incurable, pero que los síntomas iniciales podían controlarse ...